Su nombre proviene de su inconfundible silueta, ya que su cornisa está jalonada por siete (6+1) pequeños picos de granito que se ven desde bastante lejos en el lado Madrileño. No es así desde el lado Segoviano, pues si se ve y aprecia su reconocida silueta, pero no se divisan sus siete picos, escondiendose la Majalasna (el único pico no dosmil de los siete) y divisando de manera confusa 6 picos (e incluso para algunos 10 o 11 picos deformados) de ahí el llegar a la teoría durante algunos años de que el nombre no viene por ser exactamente 7 picos, sino por el dicho de “siete” (= varios, sinónimo de muchos, hace cosa de 100 años, al igual que siete arroyos, etc. encontrandose varios arroyos, no exactamente siete), pero esta teoría se derrumba al ver esta mole desde el lado Sur, y corroborada en la extensa bibliografía sobre este mole de granito. La línea de cumbres describe una C orientada al sur, lugar que resulta ser la cabecera del valle de Siete Picos. Seis de estos pequeños picos están en la parte más alta y el primero, el más occidental, está un poco apartado (llamado Pico de Majalasna) el único que no alcanza los 2000 metros de altura. El pico más alto de los siete es el que está situado más cerca del puerto de Navacerrada, es decir, el más oriental y el primero al que llegaremos, que se sitúa a 2138m. el sexto pico alcanza los 2117m, el quinto los 2107m, el cuarto 2088m, el tercero con su conocida ventana del diablo alcanza los 2094m. y el segundo los 2089m.
Las laderas de esta montaña según mis sherpas Mary y Karlitos, están cubiertas por un espeso bosque de pino silvestre y en la cara sur hay pequeñas zonas donde hay roble. Para mi esta ruta es ideal en el sentido de que tengo sombra, sobretodo si luego volvemos por el camino Schmid ya con un poco de cansancio y sin agua en verano. En la parte más alta de esta montaña el pinar deja paso a las praderas de alta montaña con arbustos rastreros y a las formaciones caprichosas de granito, dando lugar a riscos y pequeños canchales. Los siete riscos más grandes son los que dan nombre al macizo. Sin embargo, hace mucho mucho tiempo y durante muchos años, exactamente durante toda la Edad Media, a la Sierra de Guadarrama se la conocía como “La sierra del dragón” según han reconocido algunos historiadores y bibliografía existente, debido a esta silueta en la que resaltan los siete picos asemejándose al dorso dentado de estos seres mitológicos tan del gusto de esa época.
Es por ello, por lo que a esta ruta de 9Km. recorridos en 4 horas incluida la parada, Mary y Karlitos la denominan la ruta por la sierrita del dragón y da título a ésta entrada que os cuento hoy con mis patitas de boxer a pesar de la dificultar de teclear con mis pezuñas perrunas.
Después de varias semanas sin salir al monte, debido al tobillo de María que la ha venido dando muchos problemas últimamente, por fin, un Domingo por la mañana, a pesar de hacer frío y estar todo nublado, me sacó Mary a dar un paseito, un buen paseito por el lomo de mi amigo Dragon del Guadarrama: Los siete picos, ruta circular que para ello subiremos desde el Puerto de Navacerrada hasta siete picos y de allí descenderemos hasta Collado Ventoso y volveremos por el Camino Schmid. Salí de casa muy nerviosa, dando saltitos y moviendo el rabo. Una vez que recogimos a Karlitos nos pusimos rumbo al puerto de Navacerrada, donde dabamos paso del nublado a la niebla y al llegar al parking del puerto de Navacerrada, sol, un buen solito, pero el termómetro nos marcaba ya un grado bajo cero. A lo lejos, la meseta castellana había desaparecido bajo un mar de nubes.
Sin mas comentarios por el que uno comienza indignado a andar, poco a poco vamos dejando atrás este parking para dirigirnos a la pista de esquí del telégrafo, cruzando al otro lado de la carretera (bares) dirección la pista que sube al Escaparate y Cogorros, pero que enseguida dejaremos dicha pista asfaltada para adentrarnos a la izquierda subiendo unas escaleras metálicas y enseguida pasar la valla que acorta lo que es la zona de la pista de esquí, pero que pasamos para ir ganando altura hasta alcanzar en unos 10 minutos la parte alta. Ya hemos dejado atrás la indignación y verguenza por lo que se cuece en esta zona y empieza la alegría, la ilusión de poder difrutar de un día de monte. Ya llevamos algo mas de medio Kilómetro (unos 700mts) y tras el repecho subido y pasando los postes de la parte superior del telesilla del Telégrafo y del Escaparate, dejando a nustras espaldas las vistas de la subida hacia las guarramillas y la bola del mundo (ruta que ya describí anteriormente en el blog) seguiremos ahora por un camino de tierra por la parte superior de esta loma divisando enfrente nuestro las rocas del Alto del Telégrafo y la virgen.
Mas adelante aparece una bifurcación, pero nosotros seguiremos por el camino de la derecha (el de la izquierda nos lleva al alto del telégrafo y a la virgen) y continuamos por él hasta llegar a la pradera de siete picos, conocidos por algunos como la ventolera en media hora desde el principio.
Comenzaremos a subir ahora girando a nuestra derecha, adentrándonos en el pinar siguiendo uno de los senderos marcados.
Ganando altura por la cubierta del pinar un senderito (cuando la nieve no nos lo tapa) y unos hitos, vamos llegando a la parte alta de la loma. Nosotros en este caso seguimos el mas izquierdo, sin embargo aparecen como dos senderos y dos caminitos diferentes marcados igualmente con hitos, pero ambos llevan a dicha parte alta. Sin embargo no es muy dura la subida.
Enseguida hemos llegado a una zona pedregosa, en donde nosotros ya pisamos la primera nevada del año.
En unos pasos ya se suaviza la pendiente y vemos el deslumbrante séptimo pico, auque a mi me parecía el primero, pues no había visto aún ninguno de los otros seis primeros picos, pero como perrita no entiendo estas cosas retorcidas de los humanoides hacía caso a mis sherpas Karlos y Mary.
Antes de llegar al primer pico, viendolo cada vez más cerca, y encima de él el bloque geodésico, en la vertiente castellana o mejor dicho Segoviana, se encontraba un mar de nubes precioso.
Nos hicimos las típicas fotos desde allí arriba, con vistas estupendas para todos los lados y puntos cardinales, asomandose por encima de las nubes la mujer muerta y el monton de trigo, la comarca, Peñalara, Citores y dos hermanas, Las guarramilla y
Descendimos del bloque geodésico con cuidado, pues había en la parte este del mismo por la que se trepa más a gusto por los escalones, hielo acumulado y nos dificultaba la bajada. Y continuamos nuestra ruta. Bajamos suavemente en dirección del sexto pico, por el que resulta mucho mas fácil sobrepasar su cima (2117m.), pero es mas conveniente bordearlo por su derecha. Sorteando algunas rocas y escalones giramos hacia la izquierda, (en verano se sigue bien una senda, en invierno las pisadas sobre la nieve) y en hora y media desde el comienzo llegamos a su quito pico (2107m.) por media ladera de manera sencilla ganando algo de altura. Dejando éste a nuestra izquierda ganamos algo mas de altura (aunque en alguna ocasión los hemos pasado trepando por sus cimas) vamos avanzando por todos los picos, pasamos algunos pinos retorcidos y llegamos a la confusión del itinerario. Aparece una bifurcación y parece que toca bajar (que es lo que más puede apetecer) pero este camino nos llevaría a Collado Ventoso, que si iremos hasta él para volver por el camino Schmid, pero que ahora no cogeremos para llegar en busca de los picos restantes y la ventana del diablo del tercer pico. Como es obvio, no comenzaremos a bajar y aproximándonos por intuición hacia los picos (hacia la izquierda) pero comenzando a pasar estos por su derecha (picos a la izquierda), subimos pasando el cuarto y bajamos en busca del tercero. Descendemos por una canalilla sin problemas siguiendo como siempre el camino marcado (sendero cuando no hay nieve, pisadas cuando la hay) para contemplar en el tercer pico la ventana del diablo, hacia donde nos dirigimos.
Enseguida aparece un collado que separa este tercer pico (2094m.) del segundo (2089m.), que es a la vez el último pico de nuestra ruta de los dosmiles, pues el primer pico, el pico de la Majalasna se encuentra apartado e inferior, al cual también podemos llegar, pero lo dejamos para otra ocasión, hoy descansaremos en este segundo pico haciendo nuestra parada obligatoria para disfrutar de las vistas, y esperar a ver si Mary y Karlitos se han acordado de mi y me llega algo de su comida, un quesito, un trozo de chorizito o algo. Hasta aquí parece que todo va bien, a Mary no la ha dado problemas el tobillo y hemos llegado en dos horas desde el principio hasta este precioso lugar y grandes vistas, recorriedo ya 4KM. Sin embargo, de repetne empezamos a tener más frio y vemos como enseguida sube la niebla, y aparece nuestro enemigo el viento, por lo que nos resguardamos entre dos rocas. Ya con una gran niebla y poca visión, tras nuestra paradita en la que hemos disfrutado en esta ocasión poquito del sol comenzamos ya bien abrigados nuestra ruta de regreso, pero ahora en busca del Collado Ventoso y el Camino Schmid.
Volvemos sobre nuestros propios pasos, entre una gran niebla cerrada y mucho viento hasta coger el punto en el que habíamos dicho que había una bifurcación y empezamos a seguir los hitos que van bajando por una vaguada pedregosa para meterse entre el pinar. Durante el descenso seguimos los hitos pero vamos con mucho cuidado, pues la nieve es en muchas tramos hielo, y no hemos traído los crampones, pues no nos esperábamos esto (siempre hay que llevarlos en la mochila, pues núnca sabemos con lo que nos vamos a encontrar) pero seguimos descendiendo (la bajada no en nada técnica) pero Mary tiene miedo de volver a tener problemas con su tobillo que tánto tiempo le ha alejado del monte y en esta primera salida no quiere volver a tener ningún resbalón, torcedura, ni yo, que si no no me sacan al monte y me encanta, así que también baja tras ella, en vez de esperarles abajo. y así, en cosa de media hora llegamos enteritos a la Pradera de Collado Ventoso (1892m.). Una vez en esta pradera, muy conocida ya para mi, en donde hemos llegado en alguna que otra excursion, remontamos hacia el norte (derecha) para coger el camino Schmid dirección Puerto de Navacerrada. Para llegar a él nos quedará poco mas de 4 Km y una hora y media de camino.
Recorriendo el camino Schmid, nos dimos cuenta del "arreglo" que habían hecho en él. Ya había un sendero ¿qué necesidad de arreglarlo había? Bonito no ha quedado, la verdad, y si es para favorecer la accesibilidad a él, tanto para bicis, como minúsválidos en silla de ruedas (que podría estar bien sin este destrozo o atentado antinatural) ¿por que ahora han puesto piedras para dificultar este acceso? La verdad que ni yo como perrita, ni mis sherpas dábamos crédito a ello. Es mucho mas natural dejar estos senderos como estaban, naturales, que hacer autopistas en la sierra, antinaturales, modificadas por la mano del hombre, encima para dejarlo peor de lo que estaban.
Pero seguimos nuestra ruta, en la que me encontré a un amiguito Boxer, con el que jugué un rato mientras Karlos y Mary hablaban con su dueño del tema del "arreglo-destrozo" y eso que él marchaba en bici, pero compartían la misma idea, al igual que todo montañero que se preocupe por la naturaleza y por la defensa de nuestra sierra.
Durante este camino me encontré con otro perrito más, pero con el que apenas pude jugar. Sin embargo si pude disfrutar de beber de los riachuelos que atraviesan este camino y de saciar mi sed. Ya el camino no estaba nevado y tras atravesar la pista de esquí del pinar, llegamos a Cogorros, y la pista del escaparate. Cogimos la pista asfaltada dirección derecha para llegar al Parking del puerto de Navacerrada (1860m.), en donde Mary dejó su coche, dejando atáras, tras cuatro horas (incluida la parada) y 9 Km. paseados con mis cuatro patitas de boxer, esta ruta por siete picos o la sierra del dragón, que como dato curioso ¿no os sonaba ya a vosotros humanoides este nombre de 7 picos?, pues es que el Parque de Atracciones de Madrid, dio este nombre a una de sus más motivantes atracciones durante 36 años: una montaña rusa llamada "7 Picos".