domingo, 17 de octubre de 2010

Del Puerto de la Quesera al Pico de la Buitrera (2046m) y cerro de Mesa peñota (2038m) por el Alto del Parrejón (2017 m) y del Cervunalillo (2018m)



Hola amiguitos, hoy decido empezar a teclear en el ordenador de Mary y Karlitos con mis cuatro pezuñas de perrita bóxer una nueva ruta montañera que realizamos ya hace unos días y ya habíais disfrutado del video con antelación. Hoy toca leer, y a mi teclear, que no es facil para una perrita.
Ya está comenzando el frío a llegar a nuestras cimas, y es que nos encontramos en la ruta todo helado. Sin embargo, yo como perrita es lo que quiero, frío, que ya he pasado bastante calor en las rutas de este verano por la mujer muerta, siete picos, la cuerda larga… y es que me apetecía subir al monte sin pasar ese calor. Para que me entendáis, es como si vosotros en verano llevaseis un abrigo puesto, si, en verano y con calor, andando, sudando…. Pues es como voy yo, sin embargo en a partir de otoño y en invierno, empiezo a corretear sin problemas, con mi pelaje oscurito. Ahora ya no tienen que llevar mis sherpas Mary y Karlitos tanto agua, ni para ellos ni para mí, ya empiezan los ríos a tener un poco más de agua, y ellos tienen menas sed que en verano.


En cuanto a la ruta de hoy, hemos ascendido otro dosmil, o mejor dicho otras cuatro cimas por encima de esta cota de 2000 metros de altura sobre el nivel del mar. Hoy mis sherpas se han decantado por trasladarse hasta la sierra de Ayllón, sierra que Karlitos vio mucho el año pasado, a diario, y hoy con ganas de montaña Mary nos ha llevado para allá. Nuestro objetivo es la buitrera, para ver en esta estación de otoño todo el hayedo en su plena belleza.

Llegamos en coche hasta el puerto de la quesera, ya conocido por nosotros, pues dejamos el coche en este punto para subir al pico del lobo en otras ocasiones, y Mary y Karlitos pasan mucho por aquí en verano, entre Riaza y Majalrayo. Sobre todo en las noches de San Lorenzo y lluvias de estrellas, donde contemplan perseidas de manera espectacular y única.

Desde el mismo puerto de la quesera (a unos 1700 metros de altitud) ascenderé a las cotas siguientes con mis cuatro patitas de perrita boxer: cerro de Mesa peñota (2038m), el Alto del Parrejón (2017 m), el Cervunalillo (2018m) y LA BUITRERA (2046 m.)

La Buitrera es una cumbre que pasa casi desapercibida, pues no es muy conocida, la vecina cumbre del pico del Lobo (cima más alta de castilla la mancha, situada entre Madrid, Guadalajara y Segovia) quita importancia a esta cumbre, pero esta cumbre y su recorrido es un treking además de sencillo, completo y bonito, ya que aparte de la cumbre se puede disfrutar de unos de los Hayedos más septentrionales de Europa, el Hayedo de Pedrosa y el de Tejera Negra.

Del Puerto de la Quesera, salí atada durante unos 200 metros dirección Guadalajara por la carretera, cogimos un sendero que sale tras una puerta metálica giratoria, la pasamos y me quitaron la correa y empecé a corretear con muchísimas ganas, y no paré hasta la vuelta. Empezamos a ascender por el cordal, en subida moderada, dejando a nuestra izquierda una alambrada. Cuando el carril giraba a la izquierda para ir a la buitrera sin problemas, nosotros, lo dejamos para seguir en dirección Este y acercarnos a un roquedo, con una peculiar forma que le da nombre, La Peña de la Silla. El cordal sigue ahora en dirección Sureste, en algunos momentos del recorrido este cordal es como un estrecho y afilado espinazo de lanchas de pizarra, quizá el más acusado, pero característico del recorrido que nos vamos a encontrar hoy.

Llegamos a un punto en el que el cordal se divide en dos, a la izquierda tendremos un profundo y agreste barranco, es el que da nombre a este Parque Natural, el Bco. de La Tejera Negra. donde podremos contemplar sus laderas densamente pobladas de hayas.
Regresaremos por el mismo cordal, para acercarnos hasta el punto geodésico del cerro Tiñosa de 1.969 mtrs. Desde este punto y durante todo este primer recorrido disfrutamos de unas excelentes vistas sobre dos hermosos valles, al Sur el del Jaramilla y al Norte el del Sorbe o Bco. de La Hoz.

Volvimos a tomar el carril que habíamos abandonado al comienzo, para dirigirnos en dirección Norte. A 1 Km. nos encontraremos con el collado de las Lagunas, una zona de praderas en las que suelen perdurar el agua de la nieve del invierno. A nuestra izquierda veremos las laderas del puerto de La Quesera con otra densa concentración de hayas. Continuamos en dirección Norte por la cuerda durante unos kilómetros, hasta llegar al Alto del Parrejón (2017 m).

Desde aquí seguimos el sendero hasta encontrarnos por nuestra derecha otro cordal que proviene del collado del Hornillo, puerta de entrada al Parque desde Cantalojas. Este punto es conocido como el collado del Cervunal, que nos desviaremos al alto en unos metros para pisar con mis cuatro patitas el Cervunalillo (2018m) desde aquí ya divisaremos el valle del río Lillas, quizá el más hermoso y donde se encuentran las mayores concentraciones de hayas del Parque, que se agrupan en el fondo de los barrancos, buscando humedad y protección contra las bajas temperaturas de esta zona.

Desde aquí afrontamos la subida hasta la Buitrera, pasando por agrestes y afiladas rocas.

Poco a poco, pasito a pasito, correteando con mis cuatro patitas de perita bóxer, llegamos a LA BUITRERA (2046 m.) Una vez en lo alto, el espectáculo es abierto, por un lado el inconfundible perfil del Pico del Lobo, en la otra vertiente el escabroso y abrupto conjunto de precipicios que se desploman en un circo de origen glaciar, hacia el nacimiento del río Lillas.





Las vistas que nos ofrece este pico son inigualables, hacia el Nor-este el Moncayo, hacia el sur el Ocejon, hacia el Oeste el pico del Lobo, hacia el norte la meseta Castellana, después de descansar durante una hora admirando el paisaje nos bajamos de esta Atalaya maravillosa que es el Buitrera, la bajada la realizamos por el mismo sitio.

martes, 7 de septiembre de 2010

CABEZAS DE HIERRO MAYOR Y MENOR (2383 m.)

Hola amig@s perrun@s y montañer@s. Hacía tiempo que no actualizábamos el blog, pero en una semana, tras nuestra afición a subir al monte, ya tenemos cantidad de rutas para subiros. Hoy me he dispuesto a teclear con mis patitas de perrita bóxer poco a poco esas rutas y ascensiones, y eso que las tengo cansadas y con dolores en las almohadillas. Cansadas de andar en una semana 50 Km y varios de esos Kilómetros por encima de los 2.000 metros de altura, y encima por canchales con un gran desnivel y mucho calor, vamos que lo poco aconsejable para un perro es lo que me he tirado haciendo esta semana, y de ello, mis almohadillas como os contaba, se han resentido bastante. Si hace una semana volvía a subir a siete picos, incluido la escalada al séptimo pico, que como perrita se hace un poco complicado, al día siguiente Karlitos y Mary me metieron una ruta de 20 Km. saliendo de la cañada real soriana occidental en el término de La Losa, para ascender al puerto del pasapán y desde allí recorrer todo el cordal de la mujer muerta (ascendiendo al alto del pasapán, peña del oso y la pinareja) todos ellos por encima de los dos mil metros. Y para poco, en pocos días después, el Sábado pasado, subimos a Cabezas. Así es como lo llamaba Karlitos, pero en realidad las denominan cabezas de hierro mayor y menor, dos picos entre los que conocí a unas cabras pyrenaicas o montesas muy majas y pude juguetear un rato con ellas, tal y como se ve en el vídeo.

En la ruta de hoy que os contaré más adelante, después del video, realizamos 16 kilómetros, en un tiempo de 4 horas y media en movimiento, y unas 5 horas y media en total.




Las Cabezas de Hierro son dos de los picos más importantes de la Sierra de Guadarrama (sierra perteneciente al Sistema Central) y los segundos más altos de la misma (tras el pico Peñalara, pero yo dudo un poco de esta afirmación entre los montañeros, porque he estado en una cota más alta que estos y menos que el pico Peñalara, en Claveles) pero bueno, por unos metros no voy a darlo más importancia.
Las cabezas de hierro se encuentran en el límite entre los términos municipales de Manzanares el Real, al sur, y Rascafría, al norte, en el noroeste de Madrid.
El nombre les viene a estas cimas porque contienen algo de hierro magnético cerca de las cumbres.
El más alto de los dos es la Cabeza de Hierro Mayor (2.383 m), siendo el segundo pico más alto de la Sierra de Guadarrama (o tercero según cuenta Karlitos a Mary). Su pico hermano es la Cabeza de Hierro Menor (con 2.374 m).
Representan la mayor elevación de la Cuerda Larga, y están situadas en el centro de ésta línea montañosa. Al oeste está el Cerro de Valdemartín y al este la Loma de Pandasco. Tienen un perfil redondeado, visible desde más de 140 km de distancia, en la submeseta sur, e incluso en algún punto desde el noroeste también. La vertiente sur de esta montaña está dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y es el punto más alto de este espacio protegido. La Pedriza y la Garganta del Manzanares se extienden por su ladera sur y el valle del Lozoya por la cara norte. Por encima de los 2.000 metros de altitud el paisaje está dominado por los canchales y algunas praderas alpinas. Por debajo de la citada cota abundan los bosques de pino silvestre, especialmente densos en la cara norte.

En cuanto a la fauna, en esta zona predomina la cabra montesa o pyrenaica, con las que me crucé y nunca antes había visto, así que ¿normal que haga lo que aparece en el video de intentar saludarlas no? Lo que pasa que salieron corriendo simplemente por instinto animal, no son del mundo canino, claro… Una vez dada esta información básica para situaros en la zona que recorrí, os contaré paso a paso la ruta, que salimos desde el Puerto de Navacerrada (a 1.858 metros de altitud) y subimos dirección la bola del mundo por el camino de las cabrillas (que es el camino que sale a la izquierda del telesilla) de arena. También se podría subir por la pista de hormigón, que en este día la estaban asfaltando, para dejarla a punto, para el día de la vuelta, que tendrá un final en alto en este punto del sistema central la vuelta a España este año. Karlos, mi sherpa en la montaña ahora, hace unos años fue ciclista, y mira que sigue la vuelta a España, el tour, y sigue con la afición, pero no le parece del todo bien el impacto que puede provocar una llegada en un punto como este, con gran afluencia de gente, que algunos seguro que suben en telesilla y todo, también subirán vehículos de gran tonelaje y acabará todo esto, sólo por unas horas, como un vertedero, entre la gente que trae sus comidas, bebidas, botes de pintura, etc. Que ya podían tener un poco de cultura y llevárselo todo a casa, que no les cuesta nada, pero parece que mucha gente esto de tirar un papel al suelo le parece normal, ya lo podrían tirar en su casa, que lo mismo a ellos no les molesta, pero tirarlo en el monte, me parece no sólo un delito, sino un atentado ecológico, pero bueno, esto no es sancionable, y sin embargo que yo camine como perrita suelta, sin correa, sin ir atada, si lo es por aquí cerca, en el parque natural de Peñalara, y tirar basura no. Por eso no les parece muy bien a mis sherpas Mary y Karlitos todo lo que están haciendo en este lugar, que si ya era poco especularlo con las pistas de esquí, el telesilla y el parking de pago, ahora con el espectáculo de la vuelta ¿a dónde vamos a parar?.
Sin más comentarios, pero con muchas ganas de subir, llegamos por el camino de arena al ventisquero, giramos radicalmente a la izquierda, dejando la garganta de los infiernos a nuestra derecha mientras empezamos a subir un desnivel pronunciado que nos lleva a coger la pista de hormigón o asfaltada (para cuando ya leáis todos esto) y la seguiremos hasta llegar a la primera guarramilla (2178 m.), en donde tenemos un bar (la bola) y la estación superior del telesilla, que este día estaba “en marcha” y no sólo nos dimos cuenta por ver en movimiento los cables, si no por el espectáculo de señoritas y señoritos con sus zapatos y ropas de domingo que nos encontramos arriba sin sudar (eso sí, habrían pagado su dinero por el trayecto de un par de kilómetros, casi el mismo por el cual mis sherpas pueden viajar más de un centenar de kilómetros en autobús, coche o ave).
Desde este punto, en algo menos de medio kilómetro, llegamos a la Bola del Mundo o Alto de las guarramillas (2257 m.), que son bien visibles, estilo el cohete de tin-tin.
Desde aquí, ya con 3 kilómetros de ruta, giramos a la izquierda hacia la segunda guarramilla (2225 m.), desde aquí seguiremos dirección Este, todo el rato, andando por la línea de la famosa cuerda larga, que ya os contaré en otra ocasión.
Enseguida empezaremos a descender hasta el collado de las Guarramillas (2158 m.) con una distancia ya de cuatro kilómetros y medio, yo aún caminaba contenta, correteando con mis cuatro patitas de perrita boxer, sin sentirme cansada, ni acordándome de mis almohadillas, de mis patas, y el calor aún no me acechaba, pero empezamos a subir dirección Valdemartín por el senderito, a la derecha de una de las pistas de valdesquí hasta llegar a la cumbre (2272 m.), con algo más de 5 Km. Desde la cima empezamos a descender cosa de un kilómetro hasta el Collado de Valdemartín (2151 m.). Ya sólo nos quedaba afrontar las dos últimas ascensiones a cabezas de hierro menor y mayor y llevábamos a nuestras espaldas 6 kilómetros, de los cuales ya llevábamos más de la mitad por encima de los dos mil metros de altura. Comenzamos a ascender por el sendero (al principio) para ir llegando a la cima por canchales, divisando cabras montesas a nuestro alrededor, y a nuestra izquierda, predominando peñalara, y a la derecha los embalses de Valmayor, La Jarosa y Santillana, hasta que llegamos a la misma cabeza de hierro menor (2374 m.). Yo el calor ya lo iba notando bastante, debido mi pelaje oscuro, y me metía entre los huecos de algunos canchales para buscar el mínimo de sombra que da por esta zona, que es nulo. Tenía mucha sed, y no hay ni agua, ni fuentes ni ríos para darme ningún chapuzón, mojar mis cuatro patitas ni tragar ni una gota. Así que empecé a pasarlo mal, y deje de corretear y hacer al camino varias veces, dejando de adelantar a Karlos y Mary, de bordearles corriendo, de esperarles, a que me empezaran a esperar ellos a mi ahora. Desde cabezas de hierro menor, tenemos grandes vistas de todo el sistema central, las Submesetas y el bloque de cabeza de hierro mayor, destacando sobre la cuerda larga. Tras unas fotos, avanzamos por la cresta unos metros y comenzamos a destrepar el pedregal de esta cabeza. A Karlitos le veía más suelto que a mí, Mary se hacía uso de las manos, como todo el mundo por este descenso, pero yo, que a veces me comparan como una cabrita por los sitios que me meto y trepo, ya iba acusando el calor, y el dolor de mis almohadillas, tras los kilómetros andados que arrastraba conmigo por canchales de hace tan solo unos días por el cordal de la mujer muerta y su descenso por la cara norte. No sé si mis amigos lectores o seguidores llevareis animales al monte, pero por favor, en verano no los saquéis por sitios sin agua, ni en las horas centrales del día con tanto calor, ni mucho menos por canchales, ¡¡que esto no es para perros!!
Pero bueno, Mary y Karlitos me cuidan muy bien, que también disfruto mucho con ellos por el monte, y luego en las paradas se preocupan de darme agua (por eso son mis sherpas), comida, y me dejan descansar un ratito mientras ellos comen. Por eso, la ruta merece la pena, aunque mis patitas de perrita bóxer montañera sufren a veces bastante.
Y sufriendo un poquito, mientras a la vez estaba disfrutando del paseo, y de conocer en animal (por no decir en persona, que soy una perrita) cara a cara a unas cabras, llegamos al collado que separa ambas cabezas (2321 m.)
Tras él, comenzamos ahora a ascender para afrontar a nuestro objetivo: Cabeza de Hierro Mayor (2381 m.) en algo más de 8 kilómetros y dos horas y media en ruta.

Desde la cima contemplamos al norte el macizo de Peñalara (2430m.) y toda la cuerda de los carpetanos hasta el puerto de Navafría. Al Este continúa la cuerda larga. Al sur la pedriza, el pantano de Manzanares del real, la cárcel de soto del real y al Oeste todo el camino sufrido hasta llegar aquí, divisando igualmente la Maliciosa (2227 m.), Guarramillas (2257 m.), Siete picos (2138 m.), en donde estuvimos el Martes pasado, el Montón de trigo (2155 m.) a la derecha de éstos y justo detrás la Mujer muerta (La Pinareja 2197 m., la Peña del Oso 2196 m.) en dónde terminamos el verano el Miércoles pasado. Todo “dosmiles” ya pisados por mis cuatro patitas de bóxer, lo que pasa que como os he contado, en esta semana, entre la subida al séptimo pico de siete picos, el descenso desde la Pinareja por la norte y hoy, varios kilómetros y varios de ellos por roca y canchales con un gran desnivel, mis patitas se hacen pupa (las almohadillas de un perro, por mucho que éste este acostumbrado, sufren). Así que en la cima de Cabeza de Hierro mayor descansamos. Karlos y Mary estaban con mucho calor, llevábamos ya tres horas sin ver la sombra, y sol apretaba mucho, y yo con mi pelaje oscuro, empecé a tener mucha sed, menos mal que Mary se acordó de llevarme un cuenco para rellenar de agua, pero no había terminado de echármelo y yo ya me lo había bebido, lametazo a lametazo. Ellos también bebieron cada uno más de dos litros, y yo estaba por la labor de meterme a mi cuerpecito fibroso de bóxer otros tantos, pero imaginaros ya cuanto peso llevaban en sus mochilas (¡si es que por eso los considero mis Sherpas!).

Desde este punto, se puede continuar la ruta hasta el puerto de la Morcuera, para terminar la cuerda larga, que ya os contaré cuando la realicemos y os la suba al blog, o volver por el mismo sitio que hemos llegado, que es lo que nosotros tres hicimos.

Tras comer e hidratarnos, y yo descansar (aunque creo que Karlos y Mary también descansaron, a pesar del calor sofocante) nos pusimos de vuelta.

Karlos explicaba a Mary que esa es una zona que él ha visto cambiar mucho de verano a invierno. Hoy el sol aprieta, pero Karlos conoce en invierno esta cima (incluso su ascensión por los tubos de la norte) y dice que en la época invernal, esto tiene metros de nieve, el viento puede soplar tan frío que es típico ver hipotermias, y las nubes que ciegan la orientación de muchos puede hacer una pesadilla esta cima. Así que amiguitos, tener mucho cuidado al realizar esta ruta, ya volveremos en invierno y os subiré un video, pero tener en cuenta estas indicaciones y sobretodo, cuidado con la orientación, a medio día suelen levantarse más las nubes, pero la línea que hay que seguir hasta aquí desde las Guarramillas o bola del mundo es ir siguiendo el “Este”, mientras que para volver hasta las Guarramillas, no hay que perder dirección “Oeste”, y sobretodo no confundir las pistas de esquí de Valdesquí, con las de Navacerrada (Guarramillas) y sus telesillas, pero eso es sólo cuestión de contar cuantas cotas has subido y bajado para llegar hasta aquí, y volver a realizar el mismo camino pisado, pero al revés.

Con estas indicaciones que oía a Karlitos contar, llegamos a los canchales de cabeza de hierro menor. Olisqueé algo animal, cercano, levanté la mirada y divisé unas cabras montesas, me fui a intentar jugar con ellas, conocerlas de cerca, olisquearlas, como hago con otros animales, pero su instinto de no dejar que me acerque me recuerda que sólo los perros somos los que hacemos estas cosas (cosas de perros, guau, guau).

No les sentó muy bien a Karlos y Mary que me echase esta carrera, pero a la vez, sé que les pareció muy gracioso.

Volví y empezamos a trepar para llegar a cabeza de hierro menor (2374 m.).

De cabeza de hierro menor bajamos al collado de Valdemartín (2151 m.). De allí otra subida más hasta el cerro de Valdemartín (2272 m.). Yo ya tenía mis pezuñas ardiendo, una sed perruna increíble, que ya sólo soñaba con ríos de agua, y yo correteando entre ellos, pero la realidad era distinta. La verdad que para Karlos y Mary, no les resultó una ruta tan dura como otras, pero a mí, tras lo que vengo arrastrando de ésta semanita, mis pobres almohadillas y el calor, me sentía sofocada.

Karlos y Mary me animaban, me crucé con otro amigo perruno, pero éste sí que iba con alforjas, y le dije con unos ladridos que espero no lo pase tan mal como lo estaba pasando yo, nos olisqueamos y cada uno siguió su camino con sus respectivos sherpas.

Nosotros llegamos poco a poco al collado de las Guarramillas (2158 m.). Desde aquí ascendimos al alto de las Guarramillas (2257 m.), conocida, como os he tecleado varias veces con mis pezuñitas de bóxer, la bola del mundo o los cohetes de tintin (que también viajaba el cachondo con un amigo perruno, mi amigo perruno Milú).

Desde aquí, echamos una mirada atrás, y vimos todo lo andado. Nos queda poco más de 4 kilómetros para llegar a nuestro punto de inicio, el puerto de Navacerrada, así que en media hora de bajada ya estaría nuestra ruta de hoy bien concluida. Y así fue, tras 16 kilómetros de ruta, un calor sofocante, y poco más de 5 horas de marcha, concluíamos nuestro objetivo de hoy, las cabezas de hierro mayor y menor. Espero que os haya gustado mi descripción, no se puede pedir mucho a un perro que no ha ido a la escuela canina, y espero que si la realizáis algún día, nos veamos por ella, y me lleve vuestro una buena acaricia.

¡Nos vemos por el monte!

Un saludo perruno y a la vez montañero, ¡guau, guau! (Marea)

Y recordar, en cada salida al monte, ¡respetar el entorno! (u os llevaréis un buen ladrido y mordisco mio, eh?)

Video del recorrido por el cordal de la mujer muerta: ascensión al alto del pasapán (2003 m.), peña del oso (2192 m.) y la pinareaja (2192 m)

Hola amigos, hace unos días, os subí al blog la ruta de la mujer muerta, en esta ocasión os dejo un vídeo sobre esa misma ruta, espero os guste y lo disfrutéis. Un saludo perruno y a la vez muy montañero. Nos vemos por el monte!!

martes, 31 de agosto de 2010

RECORRIENDO LA MUJER MUERTA: DESDE EL PUERTO DEL PASAPÁN A LA PINAREJA (2193m.) PASANDO POR EL PICO DEL PASAPAN (2000m.) Y PEÑA DEL OSO (2196m.)

Hola de nuevo amiguitos montañeros y de los perros. Como os he comentado en el cara libro (eso que llamáis Facebook algunos, pero que yo como perrita bóxer ya es demasiado escribir en un teclado con mis pezuñas… ¡como encima para saber inglés!) ya os dije que ayer me llevaron Karlitos y Mary a siete picos, bonita ruta, y ya corta para Karlos y Mary, que están en plena forma y el cuerpo les pide más. Como les pareció poco, hoy hemos subido a la mujer muerta, pero no a la pinareja (la cabeza), o peña del oso (la tripa), sino que hemos recorrido todo su cordal, toda la silueta de la mujer muerta, desde el puerto del pasapán, pasando por el alto del pasapán (los pies) y continuar hasta la peña del oso y la pinareja, para después descender por la norte de la pinareja en absoluto descenso de canchales, sin estar yo muy acostumbrada a ello. A esto añadir, que no empezamos en el mismo puerto, sino que subimos desde la cañada real soriana occidental (desde el panorámico), por lo que llegamos al puerto con un par de horas ya, en pleno veranito, con mucho calorcito, que para mí, como perrita bóxer, con pelaje oscuro, no se convierte en un paseo tan divertido como los que me suelo dar con ellos en invierno. Además, una perrita como yo, puede descender muy bien un desnivel como el de la cara norte de la pinareja, pero si este es de nieve, o de tierra, etc. No de canchales, que no llevo botas de montaña como las de Mary y Karlitos, que voy con mis cuatro patitas al “aire libre”, exponiendo mis pezuñas y almohadillas a todo tipo de desgaste, roce, etc.
Sin embargo, como es otra de las rutas que me sacan de casa (y es lo que mas deseo en este mundo) os empiezo a contar paso a paso como fué, además, en esta ruta vuelvo a pisar varios "dosmiles", que se suman a mi gran reto, el de ser la primera perrita boxer que se hace montañera y pisa todos los dosmiles de las sierras de Ayllón, Somosierra y Guadarrama (incluidos todos los picos, puertos, cerros, collados, por encima de los dos mil metros de altura).

Mi aventura de hoy comienza cuando me sacan de casa y me suben al coche, yo ya andaba muy nerviosa, emocionada y con muchas ganas de empezar a corretear por el monte, y Karlos también andaba un poco nervioso, pero por que iba a ser su último día de verano, terminaba Agosto y mañana empezaba a currar, pero bueno, sería una seman atranquila, sin niños hasta la semana siguiente, así que como profesores que son Karlos y Mary, si me aguantan a mi, que soy una perrita a veces traviesa, ¡como para no aguantar a humanoides jovencitos! (guau, guau)

Mary nos trajo a esta ruta, como ruta de final de verano (aunque seguiremos saliendo todas las tardes del mes de Septiembre al mone ) y de la misma forma los fines de semana nos meteremos nuestros grandes kilometrajes por encima de los dosmiles, pero oficialmente, era la ruta de final de verano. Llegamos por la carretera N-603 de Segovia-Madrid hasta la altura del Km 81, donde nos desviamos por los edificios conocidos como el meteorológico, hasta llegar por un camino a la cañada real soriana occidental.
Dejamos el coche y yo bajé como un rayo, empecé a olisquear unas plantas, para ver si podía dejarlas en mi propiedad perruna o no y cruzamos una puerta giratoria.

Comenzamos a andar. A unos cien metros de coger este camino, que nos llevará directamente hasta el puerto del pasapán, vamos dejando a nuestra derecha unas antiguas naves de ganado.


Pasadas éstas encontramos un cruce de caminos, que ambos se pueden coger y se unirán unos kilómetros más arriba, pero Karlos dijo de seguir por el de la derecha que es el que más facilidad tiene para seguir y menos problemas de pérdidas. Yo creo que más que nada lo dijo porque es el camino que él conoce muy bien, pues es por el que sube mucho en mountain bike pedaleando hasta el puerto del pasapán, e incluso corriendo a veces conmigo, como se ve en las fotos que teníamos de archivo.


Nos adentramos en un monte de utilidad pública. El primer tramo es sombrío, que yo como perrita es lo que prefería, sombra, y sube muy poco a poco, entre pinares de repoblación de unos cuarenta años, por lo que no llegan a ser tan espectaculares como los de Valsaín. También podemos ver en este primer tramo helechos y enebro rastrero.

En cuanto a la fauna, no me encontré con ningún animalico a cuatro patatas como yo, ni perrunos ni de la zona, como son jabalíes, corzos, ardillas, que me encanta ver en mis rutas montañeras, pero que les dejo muy preocupados a Mary y Karlitos cuando empiezo a seguirles para juguetear por si me voy muy lejos y me pierdo, que a veces corro tanto que les pierdo de vista y de oído, y eso que cada vez voy perdiendo un poco más de sentidos, pero no me perdería de ellos ni loca, me daría a mi algo si me pierdo yo solita por estos pinares, creo que me quedaría hasta más preocupada que ellos, pero nunca será así, yo solo sigo a los animales para olisquearles, jugar y nada más. Además, los perros tenemos mucha orientación y nunca nos separamos de los dueños, son los dueños los que a veces se separan de nosotros los perros, o incluso los que a veces nos dejan abandonados, nunca nosotros a ellos.

Sin más ladridos, seguimos ascendiendo metros, de poco en poco y como curiosidad, vimos una caseta antigua de vigilancia forestal, que sí estamos a costubmrados a ver por el monte de vez en cuándo algún chozo, de piedra, pero no una caseta como ésta, de madera, que nos resultó muy curiosa, y Karlitos y Mary, como curiosos, se subieron a ella.

Pero volvimos enseguida a ponernos en marcha. Seguimos la pista, de arena, de calzada ancha, sin pérdida. En unos cuatro kilómetros desde el principio, puede venir el primer dilema, cruce de caminos. Sin embargo, conociendo el terreno, tomamos el de la derecha, que ahora es como más estrecho, pero es el que nos sube al puerto del Pasapán.
Sin embargo, si lo que queremos es atajar, podíamos haber recortado el recorrido antes, en vez de seguir por la pista todo el rato, coger mas abajo, a nuestro paso por el arroyo de las víboras, en un paraje bonito que hace curva, y hay unos árboles distintos a los de la zona, coger el GR 88 a la derecha, para subir por el margen izquierdo del río, alejandonos de él, y llegando en pocos metros, a la pista un par de kilómetros más arriba. La verdad que el GR 88 es la pista por la que venimos, pero originalmente, en la curva del arroyo de las víboras, se desviaba hacia arriba, que pasa desapercibido, ya avandonado hasta volver a enlazarla otra vez más arriba, y si no se conoce uno muy bien ese desvío-atajo, no encontrará, pero sabiendo las indicaciones, y como viene en algunos mapas, podemos atajar unos metros, pero para quien quiera ir por lo seguro, que siga la pista todo el rato.
En cosa de unos 5 kilómetros desde el principio, pasamos junto a una fuente, primero una, con un gran chorro que núnca deja de caer agua en ninguna época del año, y un corro bueno, así que decidí marchar correteando con mis cuatro patitas hasta él y refrescarme un poco, que el sol apretaba sobre mi pelaje marrón y necesitaba además beber mucho. ¡ay que ver lo que puede sufrir un perro en verano con su pelaje, el mismo que llevo tanto en verano como en invierno!
Un poco mas adelante nos encontramos con otra fuente. Y eso es lo que a mi como perrita me gusta, ir cerca de fuentes, ríos, pero Karlitos y Mary sabían que era la últma fuente que nos encontraríamos en el camino, pero como Sherpas buenos que son, llevaban agua tanto para ellos, como para mi.
Como curiosidad, alrededor de este manantial, crece la planta carnivora Drosera rotundifolia, pero que por muy carnivora que fuese, no come perritos, así que estaba bien tranquilita.
Tras la fuente, y también a la izquierda, hay una especie de chozo de pastores.
Tras unos siete kilómetros de pista, llegamos a una portera, que tras ella entraríamos en una finca particular, la finca de la Becea, que Karlitos, con su mountain bike, pasa y cierra sin ningún problema para ascender pedaleando hasta el mismo puerto, pero que nosotros, para atajar y ascender de manera más rápida al puerto, sin pasarla, giramos a la izquierda y vamos subiendo al margen izquierdo de la alambrada.
De esta forma atajamos y subiremos de manera más rápida, sin embargo, con mayor desnivel que si hubiesemos continuado por la pista normal. Atravesamos dicha pista más arriba y unos metros mas nos la volvemos a encontrar. Yo aún correteaba contenta, sin cansancio, sin embargo, no me imaginaba que lo duro de la ruta de hoy, y cuando el calor pegaría más fuerte, sería a partir de ahora.
Y de esta manera, con algo mas de dos horas de paseito y unos 9 kilómetros, nos encontrabamos ya en el puerto del pasapán (1845 m.), con el recibimiento de unas vaquitas. Las vistas desde el puerto impresionantes. En esta zona se repobló el pino negro (pinus uncinata) que se encuentra de forma natural en el Sistema Ibérico y en los Pirineos. Aunque aquí no ha alcanzado un gran porte, sirve de refugio para la fauna. En esta zona divisamos los vuelos del buitre negro, leonado y varias rapaces. Karlos decía que en esta época estaba prohibido el transito en la zona del espinar debido a los incendios, pero no nos influía a pesar de estar al otro lado de la alambrada en nuestra ruta, por que no descenderíamos hacia el río moros, sino que giraríamos a la izquierda, dejando la alambrada a nuestra izquierda, para seguir por el cordal de la mujer muerta, siguiendo toda su silueta, vista desde la submeseta norte. De vez en cuando hay itos, e incluso marcas blancas y amarillas, pero que se pierden con facilidad. Aunque de vez en cuando te vuelves a encontrar con el sendero estado orientado junto a la alambrada que va por encima del cordal.
En unos metros, coroné mi primer "dosmil" de hoy: El pico o el Alto del Pasapán (2003 m.) que correspondería a los pies de la mujer muerta, vista esta desde el lado Segoviano.
Desde aquí se divisaba la peña del oso, como se ve en la foto de arriba y varios de los picos del sitema central que superan los dos mil metros de altura y ya he pisado con mis cuatro patitas de boxer en todos ellos, son los de la foto panorámica que hizo Karlitos y Mary, que pinchando sobre ella podeis ver mejor:

Tras descansar y recuperar líquidos, que ya el calor nos acechaba a todos, nos propusimos subir a la peña del oso, la tripa de la mujer muerta. Pasamos primero por la peña de la apertura (2051 m.) tras la que hay un falso descanso, y continuamos hasta la cumbre real del Oso. Por el camino se podía apreciar restos de trincheras de la dura guerra in-civil de la que fue testigo esta sierra y el sistema central. Tras unos dos kilómetros desde el alto o pico del Pasapán y unos tres kilometros desde el puerto, llegamos tras una pronunciada ascensión, a la Peña del Oso (2192 m.)
Desde la famosa silueta de la mujer muerta que se aprecia desde la llanura Segoviana, la peña del oso corresponde a la tripa. Según el mapa que consultemos y según ciertos libros, la Peña del Oso y la Pinareja (la cabeza de la mujer muerta) tienen la misma altitud. Sin embargo, Karlos dice que según otros mapas y bibliografía existente, datan a este pico como el segundo más alto de este cordal, teniendo la peña del oso según la documentación que tomemos 2196 m. frente a los 2197 m de la pinareja.
Yo como perrita boxer, y a pesar de que mi reto es coronar todas las cotas (picos, cimas, puertos, collados, cerros...) que se encuentren por encima de los dos mil metros de altitud, no me importa en absoluto que una sea más alta que otra, si no las vistas de las que gozo desde aquí arriba, la satisfación de llegar a esta cima que tanto ven Karlitos y Mary desde su futura casa, y el tipo de ruta que me permite corretear con mis cuatro patitas.
Sin embargo, con el día caluroso que pasamos, y el no encontrar fuente alguna, ni agua, me sentía agotada, y busqué la única sombra que había por la zona para descansar un ratito, la sombra que producía el bloque geodésico del pico del oso, o también conocido como peña del oso.
Como os habreis dado cuenta, en pleno bloque geodésico, se encuentran dos osos de granito, uno que lleva bastante tiempo en la cima, y otro que acaban de dejar hace poco, algo más gracioso.
Tras descansar, hacernos unas fotillos en la cumbre y beber un poquito de agua que me dio Mary, cortando una botella, nos pusimos rumbo para completar el cordal íntegro de la mujer muerta.
Avandonando la peña del oso, que se encuentra administrativamente dentro de la localidad del Espinar, entre la llanura Segoviana al norte y el valle del río moros al sur, observamos como es cierto que tiene la mayor extensión de canchales de la sierra. Y no simplemente por que lo viéramos, si no que los pisamos, y desde aquí hasta el final de la ruta, cosa que como perrita, y teniendo en cuenta lo que sufren mis pisadas en verano por estos desniveles de canchales y granito, lo pase bastante mal, y eso que a veces se dice de mi que soy como una cabrita, pero no cuando llevo horas y horas por estos canchales...
Pero dejandonos de quejas y ladridos, fuimos avanzando por lo que son las manos de la mujer muerta, o lo que se conocen como los dedos entrelazados, caminando algunas veces por la derecha, y otras por la izquierda de estas paredes rocosas, "autenticos dedos entre lazados", divisando muy escasamente el sendero y de vez en cuando los algunos hitos. Llegamos al collado (2106 m.) que separa la pinareja de la peña del oso y continuamos la ascensión definitiva entre el canchal abrupto, pero sólido. No es necesario trepar en ningún momento para los humanoides, pero como perrita, no se hace nada cómodo. Poco a poco, aparece un camino de piedras gordas, más desgastado que el canchal natural, y asciende hasta la pinareja o cabeza de la mujer muerta, tras un kiómetro y media desde la peña del oso.
La Pinareja (2192 m.) también conocida por los Segovianos como la cabeza de la mujer muerta según se aprecia su silueta desde la vertiente sur, yace sobre una especia de almohada, que resulta ser el Cerro Muerte (de 2142 m.)
La Pinareja, siempre ha sido cortejada por una cruz de hierro, que desde hace algún tiempo ya no se encuentra en la cima. Como me podeis observar en la cima (foto de arriba), no aparezco junto a ninguna cruz de hierro. Igualmente, podeis apreciar lo sofocada que llegué hasta allá, espero volver en otra ocasión, pero con nieve, para evitar mis rozaduras y heridas en mis almohadillas.
En la cima, entre unos refugios de piedra, antiguas trincheras, comimos. Apenas ví sombra en todo el rato que paramos a descansar y comer. Los 5 litros de agua que llevaban entre Mary y Karlitros, nos lo bebimos entre los tres.
En la foto de abajo, está marcada en rojo nuestra ruta de vuelta al coche. Evitando así el estar varias horas y kilometros de más andando y a la vez, llegar al coche y punto de partida antes de que anochezca.
Comenzamos a descender desde la cabeza o pinareja misma, canchal abajo. Como objetivo teníamos llegar al pinar que se veía unos metros más abajo, y coger desde allí el cortafuegos que conduce hasta la cañada real soriana occidental. Sin embargo, el descenso de unos metros, se convirtió en una larguisima bajada de uno hora.
Acostumbrada a ir siempre por delante de Mary y Karlos, de esperarles en las cimas, y de hacer doble o triple de kilometros en cada salida al monte con ellos, esta vez fué al revés. Me tenían que esperar a mi, pues ellos con sus amplias piernas para ir de canchal en canchal, lo tenían mas fácil que yo con mis cuatro diminutas patitas.
Había momentos que veía que no avanzaba, y Mary y Karlitos me llamaban y animaban mucho para que avanzase con ellos. Pero en esta bajada que se me hacía interminable, poco a poco ví que el pinar cada vez estaba más cerca. De la misma manera, la cabeza de la mujer muerta quedaba mas lejos.
y tras una hora larga desde la cima de la pinareja, llegamos al pinar, al arroyo de la peña del oso, al inicio del cortafuegos por el que descenderemos dirección la cañada real.
Nada más llegar a este punto y cruce de "caminos" me tumbé a descansar. Dicen Karlos y Mary que me sacaron una foto bien bonita ¿será por lo bonita que salgo yo?
Por fin, después de descansar pude meter mis cuatro patitas en el arroyo a refrescar.
En este punto, hay que tener cuidado, por que hay una especie de bifurcación. Un cortafuegos que baja bien tendido dirección norte, y un camino que va llaneando paralelo al cordel de la mujer muerta sin ganar ni perder altura ninguna, dirección oeste. Pues bien, el camino ultimo que sale a la izquierda, será el que no hay que coger, pues tras un kilómetro aproximadamente de recorrido, termina. El "Camino" que hay que coger (que no es camino, sino un cortafuegos) es el que baja empicado enfrente nuestro.
Ahora si que descendemos altura rápidamente, aunque tragando mucho polvo.
Este cortafuegos, que baja a la derecha del arroyo de la peña del oso, nos llevaría directametne a la cañada soriana occidental (a la altura del canto del diente), y dependiendo de donde hayamos dejado el coche, se podría ir por ella caminando hasta el punto de inicio. Sin embargo, Nosotros bajamos por él hasta que se juntan los arroyos de la peña del oso y el arroyo de la pedrona, para adentrarnos en el pinar, pasando al otro lado del río por un paso bien acondicionado. En pocos metros, dejamos un antiguo chozo o caseta de piedra ya en ruinas a la izquierda, para coger otro de los caminos forestales, también antiguo GR 88, dirección derecha, en descenso, que no es por donde comenzamos a andar, péro se unen arriba (si ascendemos a la izquierda, pero que ahora no cogeremos).
Por lo tanto, descenderemos muy poco a poco por el pinar, para llegar por la pista forestal de arena a una puerta verde, que tras pasarla, saldremos del pinar y estaremos en la cañada real soriana occidental. Como éste no fué el punto donde dejamos el coche, seguimos por ella para pasar el arroyo de las víboras, donde también me pude refrescar y beber un poco, para llegar al choche de Mary, nuestro punto de inicio y de final de esta ruta circular de casi 8 horas (contando las paradas) y casi 20 Kilómetros.
Para terminar, y tras la silueta del cordal de la mujer muerta al final, os dejo las leyendas que caén sobre este conjunto de picos que intentan explicar este nombre, La Mujer Muerta, topónimo que se da, como ya hemos explicado anteriormente, al conjunto de montes de La Pinareja, Peña del Oso y Pico de Pasapán, que formando un destacado cordal y visto desde la llanura segoviana toma la aparente forma de una mujer tumbada, dormida o muerta, cubierta por un velo y con los brazos entrecruzados. Muchas coinciden en que esas moles son el resultado de la transformación que experimentó el cuerpo de una doncella que murió del mal de amores cuando su caballero partió para la guerra, olvidando cumplir la promesa de volver junto a ella.

Una leyenda con tonos pastoriles relata el amor de la bella hija de un granjero y un pastor de las cercanías. Éste al creer ver en otro pastor un posible rival, ciego de ira y celos lo mató, y acabó al mismo tiempo con el objeto de sus deseos. Pocos días después, en medio de una terrible tormenta la tierra tembló y apareció como por ensalmo esa gran mole rocosa, que recibió ese nombre.

Otra leyenda, más guerrera y menos romántica relata las luchas por la jefatura que llevaron a cabo dos hermanos, dice que hace siglos vivía en la zona una mujer con dos hijos que se odiaban; uno se fue a vivir a la zona de Madrid y el otro a la de Segovia. Un día coincidieron cuando iban a visitar a su madre y empezaron a discutir. Tanto se enfadaron el uno con el otro que comenzaron a tirarse piedras. La madre intentó pararles y se puso en medio de los dos, pero la furia les cegaba y la madre cayó muerta y sepultada por las piedras.

Por último, una tercera leyenda indica que, en tiempos remotos, dos caballeros se disputaron el amor de la misma mujer y comenzaron una lucha a muerte; la mujer, intentando separarlos, se interpuso entre ellos mientras luchaban y fue atravesada por las espadas de los dos pretendientes. Tras su muerte, durante la noche se desencadenó una terrible tormenta que modeló los montes cercanos con agua y viento para formar la figura de la mujer asesinada.




Nos vemos por el monte, un saludo perruno y a la vez montañero de vuestra amiga Marea.

y por cierto, en cada salida al monte... ¡¡Respetar el medio natural!! U os tendré que meter un buen ladrido y mordisco como sus vea que dejáis algo de basura en él.

MAREA EN SIETE PICOS

viernes, 20 de agosto de 2010

VIDEO-RUTA DE LA "ASCENSIÓN A PEÑALARA DESDE EL PUERTO DE COTOS POR EL CAMINO DEL BATALLÓN ALPINO, VISITANDO LAS TRINCHERAS DE PEÑA CITORES"

Muy buenas, hace teimpo que no se actualiza mi blog, y es que como perrita boxer montañera que soy no se me da muy bien esto de teclear con mis pezuñas cada vez que hago una ruta, así que tengo que esperar a que me ayuden mis sherpas de cada ruta, Mary y Karlitos con el ordenador, pero el problema es que ellos no paran, están todo el día por el monte (gredos, ayllón, etc), de fiestas, conciertos o viajes, pero bueno, que aprovechen ahora que están de vacaciones. De lo que no me quejo es de que me saquen a la montaña, porque he salidmo mucho y me he metido buenas rutas a mis cuatro patitas de perrita boxer, y aún sigo con mi reto de pisar todos los cerros, puertos, collados, picos, etc. de más de dos mil metros de altura, y unos cuantos ya llevo (algunos ya los habeis leido en mi blog, pero otros los iré subiendo poquito a poquito, hace poco subí al alto poyales, y también hice una ruta nocturna con luna llena por la cuerda larga). De momento os dejo un video que hizo Karlitos y Mary a principios de verano cuando subimos a Peñalara, ya sabeis, siempre por el batallón alpino, amigos perrunos, que si hacemos la ruta típica de ascensión nos obligan a ir atados a los caninos, así que por el batallón alpino con doble finalidad, una ésta descrita, para poder correterar en libertad por el monte, y otra, el recordar esos parajes de la memoria histórica, los restos de la guerra civil: el camino que hizo el batallón alpino, y las trincherras, parapetos y refugios en Peña Citores, para luego ascender a Peñalara. Os dejo con la video-ruta, epero la disfruteis, aprendaís un poquito de historia y en breve nos veremos por el monte o por aquí... (si veis los videos, pausarme la música de mi amigo perruno que está un poco más abajo, en la columna de la derecha, guau, guau)




lunes, 28 de diciembre de 2009

SIETE PICOS, LA SIERRA DEL DRAGON (del 7º al 2º pico: 2130, 2117, 2107, 2088, 2094 y 2089 mts. de altitud)

Los Siete Picos es uno de los macizos montañosos más característicos y singulares del cordal montañoso principal de la Sierra de Guadarrama, perteneciente al Sistema Central de la Peníncula Ibérica. Se extiende al oeste de Navacerrada entre este puerto y el de la Fuenfría. Tiene una altitud máxima de 2.138 metros y está situado en el límite entre la Comunidad de Madrid y la provincia de Segovia, todo un macizo Castellano, que aparece en la bandera de Cercedilla identificando sus siete picos.
Su nombre proviene de su inconfundible silueta, ya que su cornisa está jalonada por siete (6+1) pequeños picos de granito que se ven desde bastante lejos en el lado Madrileño. No es así desde el lado Segoviano, pues si se ve y aprecia su reconocida silueta, pero no se divisan sus siete picos, escondiendose la Majalasna (el único pico no dosmil de los siete) y divisando de manera confusa 6 picos (e incluso para algunos 10 o 11 picos deformados) de ahí el llegar a la teoría durante algunos años de que el nombre no viene por ser exactamente 7 picos, sino por el dicho de “siete” (= varios, sinónimo de muchos, hace cosa de 100 años, al igual que siete arroyos, etc. encontrandose varios arroyos, no exactamente siete), pero esta teoría se derrumba al ver esta mole desde el lado Sur, y corroborada en la extensa bibliografía sobre este mole de granito. La línea de cumbres describe una C orientada al sur, lugar que resulta ser la cabecera del valle de Siete Picos. Seis de estos pequeños picos están en la parte más alta y el primero, el más occidental, está un poco apartado (llamado Pico de Majalasna) el único que no alcanza los 2000 metros de altura. El pico más alto de los siete es el que está situado más cerca del puerto de Navacerrada, es decir, el más oriental y el primero al que llegaremos, que se sitúa a 2138m. el sexto pico alcanza los 2117m, el quinto los 2107m, el cuarto 2088m, el tercero con su conocida ventana del diablo alcanza los 2094m. y el segundo los 2089m.
Las laderas de esta montaña según mis sherpas Mary y Karlitos, están cubiertas por un espeso bosque de pino silvestre y en la cara sur hay pequeñas zonas donde hay roble. Para mi esta ruta es ideal en el sentido de que tengo sombra, sobretodo si luego volvemos por el camino Schmid ya con un poco de cansancio y sin agua en verano. En la parte más alta de esta montaña el pinar deja paso a las praderas de alta montaña con arbustos rastreros y a las formaciones caprichosas de granito, dando lugar a riscos y pequeños canchales. Los siete riscos más grandes son los que dan nombre al macizo. Sin embargo, hace mucho mucho tiempo y durante muchos años, exactamente durante toda la Edad Media, a la Sierra de Guadarrama se la conocía como “La sierra del dragón” según han reconocido algunos historiadores y bibliografía existente, debido a esta silueta en la que resaltan los siete picos asemejándose al dorso dentado de estos seres mitológicos tan del gusto de esa época.



Es por ello, por lo que a esta ruta de 9Km. recorridos en 4 horas incluida la parada, Mary y Karlitos la denominan la ruta por la sierrita del dragón y da título a ésta entrada que os cuento hoy con mis patitas de boxer a pesar de la dificultar de teclear con mis pezuñas perrunas.

Después de varias semanas sin salir al monte, debido al tobillo de María que la ha venido dando muchos problemas últimamente, por fin, un Domingo por la mañana, a pesar de hacer frío y estar todo nublado, me sacó Mary a dar un paseito, un buen paseito por el lomo de mi amigo Dragon del Guadarrama: Los siete picos, ruta circular que para ello subiremos desde el Puerto de Navacerrada hasta siete picos y de allí descenderemos hasta Collado Ventoso y volveremos por el Camino Schmid. Salí de casa muy nerviosa, dando saltitos y moviendo el rabo. Una vez que recogimos a Karlitos nos pusimos rumbo al puerto de Navacerrada, donde dabamos paso del nublado a la niebla y al llegar al parking del puerto de Navacerrada, sol, un buen solito, pero el termómetro nos marcaba ya un grado bajo cero. A lo lejos, la meseta castellana había desaparecido bajo un mar de nubes.

Es una pena, que este parking lo privaticen y en unos meses empiece a ser de pago, pues esta medida la toman para el control de la gente que viene a esquiar, esos domingueros que en la mayoría (alguno siempre se salva) que poco respetan el monte, el medio natural y suben en masa durante las nevadas hasta aquí ocupandolo todo, pero a partir de ahora, para los que venimos a disfrutar del monte... ¿que pasa? ¿nos estan apartando de poder disfrutar tranquila, libre y gratuitamente del monte como lo hemos venido haciendo hasta nuestros días? Como comentan Karlos y Mary, en vez de intentar salvar la sierra, desde arriba lo que intentan, es sacarla provecho, capitalizala, explotarla al máximo, y para ello no les importa meter mas cañones de nieve artificial, o arrancar la escasa flora que va quedando, ahora construyendo una valla y pista más en la cara norte de la Guarramilla, atentando contra el acceso libre a la montaña, contra la estética y contra la vida misma de los esquiadores, todo esto para que desaparezca la poca flora que tenemos en nuestra sierra, sobretodo ahora con la aprobación del PORN, todo una verguenza, y más aún viendo el "arreglo" (o mejor dicho destrozo antinatural y artificial) del camino Schmid, y es que ya lo venían cantando Mary y Karlitos en el coche donde sonaba por la radio la canción de Piperrak "el progreso de los hombres trajo la destrucción"... ¡yo creo que hay alternativas más respetuosas con el medio ambiente para que podamos disfrutar todos de nustras montañas y no ésta que ha decidido Deporte y Montaña SA! y cuando digo todos, es todos, incluido los humanoides y animalicos que quedan por llegar cara al futro, al igual que la hemos podido disfrutar nosotros y nuestros antepasados hasta hoy.

Sin mas comentarios por el que uno comienza indignado a andar, poco a poco vamos dejando atrás este parking para dirigirnos a la pista de esquí del telégrafo, cruzando al otro lado de la carretera (bares) dirección la pista que sube al Escaparate y Cogorros, pero que enseguida dejaremos dicha pista asfaltada para adentrarnos a la izquierda subiendo unas escaleras metálicas y enseguida pasar la valla que acorta lo que es la zona de la pista de esquí, pero que pasamos para ir ganando altura hasta alcanzar en unos 10 minutos la parte alta. Ya hemos dejado atrás la indignación y verguenza por lo que se cuece en esta zona y empieza la alegría, la ilusión de poder difrutar de un día de monte. Ya llevamos algo mas de medio Kilómetro (unos 700mts) y tras el repecho subido y pasando los postes de la parte superior del telesilla del Telégrafo y del Escaparate, dejando a nustras espaldas las vistas de la subida hacia las guarramillas y la bola del mundo (ruta que ya describí anteriormente en el blog) seguiremos ahora por un camino de tierra por la parte superior de esta loma divisando enfrente nuestro las rocas del Alto del Telégrafo y la virgen.

Mas adelante aparece una bifurcación, pero nosotros seguiremos por el camino de la derecha (el de la izquierda nos lleva al alto del telégrafo y a la virgen) y continuamos por él hasta llegar a la pradera de siete picos, conocidos por algunos como la ventolera en media hora desde el principio. Comenzaremos a subir ahora girando a nuestra derecha, adentrándonos en el pinar siguiendo uno de los senderos marcados.

Ganando altura por la cubierta del pinar un senderito (cuando la nieve no nos lo tapa) y unos hitos, vamos llegando a la parte alta de la loma. Nosotros en este caso seguimos el mas izquierdo, sin embargo aparecen como dos senderos y dos caminitos diferentes marcados igualmente con hitos, pero ambos llevan a dicha parte alta. Sin embargo no es muy dura la subida.

Enseguida hemos llegado a una zona pedregosa, en donde nosotros ya pisamos la primera nevada del año.
En unos pasos ya se suaviza la pendiente y vemos el deslumbrante séptimo pico, auque a mi me parecía el primero, pues no había visto aún ninguno de los otros seis primeros picos, pero como perrita no entiendo estas cosas retorcidas de los humanoides hacía caso a mis sherpas Karlos y Mary.

Antes de llegar al primer pico, viendolo cada vez más cerca, y encima de él el bloque geodésico, en la vertiente castellana o mejor dicho Segoviana, se encontraba un mar de nubes precioso.

Enseguida nos encontramos en la base del pico, con algo más de una hora y 2 Km y medio de recorrido. Karlitos enseguida se puso a ascender hacia el bloque (2138m.), yo me puse muy nerviosa y lo segúia espectante, pero lo peor de todo que yo no veía como seguirle trepando por esa mole de piedra granítica, pues sinceramente lo veo muy peligros para subir perros y mas aún en esta época en la que se encontraba hielo entre las rocas. Nos hicimos las típicas fotos desde allí arriba, con vistas estupendas para todos los lados y puntos cardinales, asomandose por encima de las nubes la mujer muerta y el monton de trigo, la comarca, Peñalara, Citores y dos hermanas, Las guarramilla y la Maliciosa, Madrid y sus cuatro torres, Cercedilla, Los Molinos, y mas arriba subiendo a la línea de cumbres la Peñota, Aguila, etc. y ¿como no? el resto de los picos por los que iremos pasando.

Descendimos del bloque geodésico con cuidado, pues había en la parte este del mismo por la que se trepa más a gusto por los escalones, hielo acumulado y nos dificultaba la bajada. Y continuamos nuestra ruta. Bajamos suavemente en dirección del sexto pico, por el que resulta mucho mas fácil sobrepasar su cima (2117m.), pero es mas conveniente bordearlo por su derecha. Sorteando algunas rocas y escalones giramos hacia la izquierda, (en verano se sigue bien una senda, en invierno las pisadas sobre la nieve) y en hora y media desde el comienzo llegamos a su quito pico (2107m.) por media ladera de manera sencilla ganando algo de altura. Dejando éste a nuestra izquierda ganamos algo mas de altura (aunque en alguna ocasión los hemos pasado trepando por sus cimas) vamos avanzando por todos los picos, pasamos algunos pinos retorcidos y llegamos a la confusión del itinerario. Aparece una bifurcación y parece que toca bajar (que es lo que más puede apetecer) pero este camino nos llevaría a Collado Ventoso, que si iremos hasta él para volver por el camino Schmid, pero que ahora no cogeremos para llegar en busca de los picos restantes y la ventana del diablo del tercer pico. Como es obvio, no comenzaremos a bajar y aproximándonos por intuición hacia los picos (hacia la izquierda) pero comenzando a pasar estos por su derecha (picos a la izquierda), subimos pasando el cuarto y bajamos en busca del tercero. Descendemos por una canalilla sin problemas siguiendo como siempre el camino marcado (sendero cuando no hay nieve, pisadas cuando la hay) para contemplar en el tercer pico la ventana del diablo, hacia donde nos dirigimos.

Enseguida aparece un collado que separa este tercer pico (2094m.) del segundo (2089m.), que es a la vez el último pico de nuestra ruta de los dosmiles, pues el primer pico, el pico de la Majalasna se encuentra apartado e inferior, al cual también podemos llegar, pero lo dejamos para otra ocasión, hoy descansaremos en este segundo pico haciendo nuestra parada obligatoria para disfrutar de las vistas, y esperar a ver si Mary y Karlitos se han acordado de mi y me llega algo de su comida, un quesito, un trozo de chorizito o algo. Hasta aquí parece que todo va bien, a Mary no la ha dado problemas el tobillo y hemos llegado en dos horas desde el principio hasta este precioso lugar y grandes vistas, recorriedo ya 4KM. Sin embargo, de repetne empezamos a tener más frio y vemos como enseguida sube la niebla, y aparece nuestro enemigo el viento, por lo que nos resguardamos entre dos rocas. Ya con una gran niebla y poca visión, tras nuestra paradita en la que hemos disfrutado en esta ocasión poquito del sol comenzamos ya bien abrigados nuestra ruta de regreso, pero ahora en busca del Collado Ventoso y el Camino Schmid.

Volvemos sobre nuestros propios pasos, entre una gran niebla cerrada y mucho viento hasta coger el punto en el que habíamos dicho que había una bifurcación y empezamos a seguir los hitos que van bajando por una vaguada pedregosa para meterse entre el pinar. Durante el descenso seguimos los hitos pero vamos con mucho cuidado, pues la nieve es en muchas tramos hielo, y no hemos traído los crampones, pues no nos esperábamos esto (siempre hay que llevarlos en la mochila, pues núnca sabemos con lo que nos vamos a encontrar) pero seguimos descendiendo (la bajada no en nada técnica) pero Mary tiene miedo de volver a tener problemas con su tobillo que tánto tiempo le ha alejado del monte y en esta primera salida no quiere volver a tener ningún resbalón, torcedura, ni yo, que si no no me sacan al monte y me encanta, así que también baja tras ella, en vez de esperarles abajo. y así, en cosa de media hora llegamos enteritos a la Pradera de Collado Ventoso (1892m.). Una vez en esta pradera, muy conocida ya para mi, en donde hemos llegado en alguna que otra excursion, remontamos hacia el norte (derecha) para coger el camino Schmid dirección Puerto de Navacerrada. Para llegar a él nos quedará poco mas de 4 Km y una hora y media de camino.

Recorriendo el camino Schmid, nos dimos cuenta del "arreglo" que habían hecho en él. Ya había un sendero ¿qué necesidad de arreglarlo había? Bonito no ha quedado, la verdad, y si es para favorecer la accesibilidad a él, tanto para bicis, como minúsválidos en silla de ruedas (que podría estar bien sin este destrozo o atentado antinatural) ¿por que ahora han puesto piedras para dificultar este acceso? La verdad que ni yo como perrita, ni mis sherpas dábamos crédito a ello. Es mucho mas natural dejar estos senderos como estaban, naturales, que hacer autopistas en la sierra, antinaturales, modificadas por la mano del hombre, encima para dejarlo peor de lo que estaban.

Pero seguimos nuestra ruta, en la que me encontré a un amiguito Boxer, con el que jugué un rato mientras Karlos y Mary hablaban con su dueño del tema del "arreglo-destrozo" y eso que él marchaba en bici, pero compartían la misma idea, al igual que todo montañero que se preocupe por la naturaleza y por la defensa de nuestra sierra.

Durante este camino me encontré con otro perrito más, pero con el que apenas pude jugar. Sin embargo si pude disfrutar de beber de los riachuelos que atraviesan este camino y de saciar mi sed. Ya el camino no estaba nevado y tras atravesar la pista de esquí del pinar, llegamos a Cogorros, y la pista del escaparate. Cogimos la pista asfaltada dirección derecha para llegar al Parking del puerto de Navacerrada (1860m.), en donde Mary dejó su coche, dejando atáras, tras cuatro horas (incluida la parada) y 9 Km. paseados con mis cuatro patitas de boxer, esta ruta por siete picos o la sierra del dragón, que como dato curioso ¿no os sonaba ya a vosotros humanoides este nombre de 7 picos?, pues es que el Parque de Atracciones de Madrid, dio este nombre a una de sus más motivantes atracciones durante 36 años: una montaña rusa llamada "7 Picos".